🐑 Aquellos Dias Azules Aquel Sol De La Infancia
Yen la dramaturgia para la infancia, todo comenzó para mí porque ellos, los pequeños intérpretes, tomaron una de mis obras como propia. La literatura para la infancia y la juven-tud es intencional, sí, aquella que se imagina y escribe para ellos, pero no solo. Los niños se apoderan de aquellas obras que les son necesa-rias.
Palabras pensamientos, sentimientos y el último verso de Antonio Machado. Los días fríos y ventosos de aquel enero, transcurrían llevando mucho dolor y pena a la España convulsionada del año 1939. No era un invierno más. El gobierno de la Segunda República acababa de ser derrotado y el horror infame de la guerra civil,
Unamañana bajó hasta la playa de la que regresó con aquel verso escrito en un papel, el último antes de morir. «Estos cielos azules y este sol de la infancia». El cronista, además de asiduo visitante del cementerio de Colliure y de la pensión Quintana, realizó un viaje a Segovia un 13 de mayo de 2015, para visitar la ciudad en la que
Aquellosdías azules y aquél sol de la infancia En la Playa de Tánger, final de los sesenta del siglo pasado. (Con un guiño al último verso de Antonio Machado en Collioure).
Enaquellos años, aún se utilizaba el mismo túnel en ambos sentidos, puesto que no se desdobló hasta el año 1997, cuando algunos éramos más mayores y ya no íbamos a Barrios de Luna. Pues
Estos días azules y este sol de la infancia.” Antonio Machado. Estos días azules. y este sol de la infancia. Retorno a soles que. construyeron la edad de la inocencia.
Conuno de esos días azules y quizás iluminados por destellos de aquel sol de la infancia, el mismo que se presentó en su busca como una premonición de despedida desde aquel patio de su
Díasazules y sol de infancia es una antología compuesta por siete obras creadas en dirección a un público infantil y juvenil para ser disfrutadas por sus acompañantes tomaron una de mis obras como propia. La literatura para la infancia y la juventud es intencional, sí, aquella que se imagina y escribe para ellos, pero no
Estesol de la infancia anda por balcones que ya no son y por los antiguos entejados de casas paternas y maternas que ya tampoco existen. Cabalga en caballitos de palo y hace brillar en la acera a un trompo bailador. Si cierro los ojos, quizá lo vuelva a sentir sobre la piel acompañado de cielos azules y nubes que mirábamos vueltos patas
uae1u.
aquellos dias azules aquel sol de la infancia